viernes, 18 de julio de 2008

RENACE DE LAS CENIZAS


El Ryugyong Hotel, también conocido como Ryu-Gyong Hotel, Yu-Kyung Hotel o edificio 105, es un rascacielos sin terminar situado en Sojang-dong, en el distrito de Potong-gang de Pyongyang, Corea del Norte. Su nombre proviene de uno de los nombres dados históricamente a la capital Pyongyang: Ryugyong, "capital de los sauces". En realidad el edificio es un armazón de hormigón vacío que en un principio estaba pensado para ser un hotel.

Mide 330 metros, tiene 105 plantas que ofrecen una superficie de 360.000 m², haciendo de este edificio la construcción más sobresaliente de toda la ciudad y también del país. Por el momento permanece inacabado e inhabitado. Por qué?

Tras evaluar la mala calidad del hormigón que no cumplía con las nuevas normativas. Una teoría alternativa para su abandono es el colapso económico y energético que se dio en el país en 1990 con la caída de la Unión Soviética, y por tanto, de sus mercados y sus fuentes de suministro de petróleo.

La construcción tuvo un duro golpe en el ámbito de la arquitectura mundial. Es conocido como "el rascacielos más feo y más mal construido del mundo". La revista Esquire acotó: 'El Ryugyong Hotel es horrible, domina el horizonte de Pyongyang al igual que todos los horizontes de Corea del Norte y es una retorcida versión del castillo de Cenicienta. El hotel es un algo monstruoso a la vista, seguramente el régimen comunista lo cubre habitualmente, o realizan retoques por computadora para hacerlo ver como si estuviera abierto - o lo sacan completamente del horizonte por medio de Photoshop-'.

Aquí pueden ver otras fotos del hotel, e incluso una tomada por el Google Earth.



Actualmente, el rascacielos -que conserva todavía una grúa en la parte superior- se considera totalmente inservible ya que, según expertos, el hormigón no cumple con los márgenes de seguridad.

Sin embargo, el grupo Orascom de Egipto ha comenzado recientemente la remodelación de las plantas superiores del hotel en forma de pirámide cuya altura (1083 pies) domina el horizonte de Pyongyang.

La empresa ha puesto paneles de cristal en las fachadas, instalado antenas de telecomunicaciones - a pesar de que el Norte prohíbe a sus ciudadanos a poseer los teléfonos móviles - y contratado a artistas y diseñadores para empezar a trabajar en la fachada y dar imágenes de cómo se vería finalmente.

Se estima que el costo de construcción supera los 700 millones de dólares, con lo que se llevó una cantidad considerable del presupuesto norcoreano durante varios años.

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